jueves, 7 de julio de 2011

La Fiesta de la Música en Toulouse

Sonoridades brasileiras, en las calles de Toulouse.
La Fête de la musique se celebra desde los tiempo de Mitterand el 21 de junio, día del inicio del verano. Poco a poco, esta celebración se ha extendido por todo el mundo y hoy una centena de países tienen alguna actividad relacionada.

En la ciudad de Puebla, por ejemplo, recuerdo que hace poco más de 10 años, el Sindicato de Músicos organizó un acto en esta fecha para establecer un Record Guiness, al proponer el espectáculo musical ininterrumpido más largo del mundo. La idea era tener a varios grupos tocando sin parar en distintos escenarios, un primer año por 24 horas, y cada año aumentando hasta llegar a dos, tres o más días. Desconozco si siguen haciéndolo, pero este año, el ayuntamiento invitó a diversos eventos en diferentes plazas, no sólo el 21 sino a lo largo de más días.

Los tambores de la Madre África en el corazón de la Ciudad rosa.
Regresando a Francia, y en particular a Toulouse, la experiencia de la Fête de la musique es algo que me sigue soprendiendo. Tan sólo unos días después de notar una cierta "pasividad" del público en Río Loco, la locura que se extendió por las calles de la Ciudad rosa fue particularmente contrastante. Como diría Ana, mi amiga argentina, jamás había visto tanta gente en mi vida. Era como si no hubiera quedado un solo edificio ocupado y la gente hubiera decidido invadir la ciudad, escuchar música, saltar, y, desgraciadamente, beber hasta vomitar.

El boulevard Metz, cerca de las 8 de la noche.
La masa humana se extendía  hasta el Puente Nuevo.
Cerca de las 4 empezaron las primeras presentaciones en el escenario que el ayuntamiento colocó en el Capitole. Ahí escuché un par de canciones de los roqueros de Dancers in red, cuyo sonido y energía me agradaron bastante.

Dancers in red

Después iniciamos el recorrido por todas las calles y plazas alrededor del centro, listos a descubrir sonidos y también sabores. Hay que saber que ese día, además de que toda expresión musical está permitida, otras muchas cosas que regularmente requieren permiso, como los puestos callejeros de comida, son tolerados. Cualquier otro momento, el poner un puesto de tacos requeriría de trámites engorrosos. El 21 de julio no. ¿Quieres sacar una cubeta y vender cervezas a 1 o dos euros? ¡También puedes!

Este es el segundo año que Banja decide vender tacos al pastor en este día:
ningún permiso, ninguna "cuota", muchos clientes.

Y en el plano estrictamente musical, cualquiera con un triángulo, o unas maracas o una banda más armada se puede apropiar de una plaza y montar su espectáculo, ya sea por el placer de compartir su talento o con la intención de pasar el sombrero.

Algunos Dj ofrecían sus sets originales, otros funcionaban como rocolas humanas
Así, ese día escuchamos música africana, árabe, un par de batucadas, un grupo de chicos de no más de 14 años que interpretaban covers de los Red Hot Chili Peppers que decidieron colocarse frente a una estación de metro, varios Dj's apostados afuera de bares o restaurantes (cuyos repertorios incluían desde David Guetta hasta Michael Jackson), un poco de chanson, de jazz, de blues, rock, metal y más, mucho más.

Con o sin amplificador, en una esquina o una cuchilla.


La Monja roquera, colocada a las puertas de la Iglesia de Taur.
A un lado, una pantalla compartía la letra de su canción.

Algunos grupos que contaban con el apoyo de negocios, se presentaron sobre tarimas
y con ingenieros de sonido supervisando la calidad.

A pesar de la variedad, lo que me pareció más interesante fue el ver la reacción de la gente; la forma en que los tolosinos aprovechan ese día para desgreñarse, sacar toda su energía y, en algunos casos, olvidarse de sus "modales" y de las restricciones sociales.

Para la anécdota:
El último grupo que escuchamos fue uno tradicionalmente sureño, llamada "banda", compuesto por metales -saxofón, trompeta, trombón y tuba- y cuyo repertorio incluye melodías francesas, pero también españolas -muy en el ambiente taurino-. El climax de su presentación, al menos para mí, fue cuando tocaron ¡La Adelita! Aunque aquí la conocer como Caracas, saben su nombre original aunque no su significado histórico. Lo que les gusta es la melodía jovial.

El día se acabó cerca de las 10 de la noche,
pero la Fiesta de la Música siguió hasta las 5 de la mañana...

3 comentarios:

  1. Suena chévere, una chela, uno tacos y música, mucha música.

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  2. Chévere sobre todo las primeras horas, hasta las 9 más o menos. Ya luego, la cantidad de gente en algunas calles era insoportable: imagínate el atrevesar 50 metros ¡en 15 minutos!

    Sí vi (escuché) cosas muy interesantes a nivel musical pero lo que más me sorprendió definitivamente fue todo ese mar de gente.

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